Inteligencia Artificial en ciudades inteligentes

Por: ADL Digital Lab

La tecnología se ha convertido en un aliado fundamental para crear soluciones que resuelven problemas, necesidades e identifican oportunidades de mejora, de acuerdo con lo que van requiriendo los habitantes de un territorio. Un ejemplo de esto es la Inteligencia Artificial y su contribución en los avances de las ciudades del futuro.

Los desafíos a los que se enfrentan las ciudades del siglo XXI, existen gracias a las necesidades y preocupaciones que se han generado a lo largo del tiempo. La salud pública, el transporte eficiente y limpio, los espacios públicos amigables, entre otros, hacen parte de esos retos que están alineados directamente con los avances tecnológicos.

Ciudades como Singapur u Oslo, ya han realizado implementaciones que han favorecido la calidad del transporte y la iluminación respectivamente. La primera ciudad, instaló semáforos inteligentes que se coordinan para agilizar la circulación vehicular y la segunda, ha apostado por un alumbrado público que utiliza sensores para ahorrar energía y disminuyen el impacto ambiental.

Estas son solo un algunas de las múltiples soluciones inteligentes que para funcionar de manera correcta, efectiva y eficaz, deben apalancarse en herramientas como: la recolección, almacenamiento, y procesamiento hábil de datos.

Por ejemplo, para medir el flujo peatonal en una calle se va a necesitar la instalación de cámaras y con el almacenamiento de los grandes volúmenes de datos no estructurados que estas producen y el uso de modelos de Machine Learning, se podrá extraer información a partir de imágenes.

Para esto existen plataformas de datos como Augusta, un producto altamente competitivo en el mercado, que tiene altas capacidades tecnológicas en Big Data y que en conjunto con equipos expertos de ingeniería de datos y científicos de datos, pueden proveer soluciones a este tipo de necesidades con el apoyo de las herramientas que permiten procesar imágenes, audio, texto, entre otras.

Esto permite lograr el máximo aprovechamiento de la data disponible en las ciudades y en consecuencia incrementar la generación de valor, con la capacidad de integración y operativización de los sistemas tecnológicos que se requieran incluidos la infraestructura física o virtual y el desarrollo del talento humano.